Fascinación Acerca de diezmar
Fascinación Acerca de diezmar
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Ansí me acaece que, cuando en la vida de los santos leemos que convirtieron almas, mucha más devoción me hace y más ternura y más envidia que todos los martirios que padecen (por ser esta la inclinación que Altísimo me ha dado), pareciéndome que precia más un alma que por nuestra industria y oración la deseósemos mediante su misericordia, que todos los servicios que le podamos hacer (SANTA TERESA, Fundaciones, 1, 7).
En estos pasajes, el manifiesto requisito del diezmo viene antaño de la entrega de la condición mosaica, y no está unido a ella. Figuraí, mientras que el diezmo se codifica en el antiguo pacto (baldosa), no puede ser descartado como parte del antiguo pacto que se ha cumplido en Cristo, ni ni creer que luego no se aplica a los creyentes del nuevo pacto. Estos pasajes muestran la piedad de los patriarcas, y establecen lo que Todopoderoso dilación de su pueblo.
En lugar de enfocarnos en el porcentaje o la cantidad que damos, debemos centrarnos en atinar con un corazón alegre, generoso y en respuesta a las bendiciones que hemos recibido. Al hacerlo, experimentaremos la satisfacción y la alegría de ser mayordomos responsables y partícipes de la obra de Alá en el mundo.
Tú, por tanto, que deseas ser útil a las almas del prójimo, primero acude a Todopoderoso de todo corazón y pídele simplemente esto: que se digne infundir en ti aquella caridad que es el compendio de todas las virtudes, aunque que ella te hará alcanzar lo que deseas (Santo VICENTE FERRER, Trat. de la vida espiritual, 13).
Callar cuando puedes y debes reprender es consentir; y sabemos que está reservada la misma pena para los que hacen el mal y para los que lo consienten (SAN BERNARDO, Sermón 9, en la natividad de San Juan).
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Es fundamental rememorar que el cierto significado del diezmo no está en la cantidad que damos, sino en la ademán de nuestro corazón al alcanzar. Dios no necesita nuestro capital, pero quiere nuestro corazón y nuestra obediencia.
La caridad nos lleva a cuestionar las desigualdades sociales y a trabajar por un mundo más preciso y equitativo.
El aprecio puntada por sí solo, satisface por sí solo y por causa de sí. Su mérito y su premio se identifican con él mismo. El inclinación no requiere otro motivo fuera de él mismo, ni ni ningún provecho; su fruto consiste en su misma práctica.
De esto es de lo que Pablo está hablando en Colosenses 2:16, cuando prohibe dejar que cualquier persona juzgue en cuestiones del día de reposo. Bajo el nuevo pacto, los click here aspectos ceremoniales desaparecen, mientras la clase ético del día de reposo permanece.
Aunque es algo muy conspicuo tener una fe recta y una doctrina sana, y aunque sean muy dignas de alabanza la sobriedad, la dulzura y la pureza, todas estas virtudes, sin embargo, no valen nulo sin la caridad.
La caridad es fundamental para la vida del cristiano pues, tal como se predica en el catecismo de la Iglesia católica, en ella está la esencia del cristianismo y de las enseñanzas de Jesucristo. En este sentido, no es posible estar una vida cristiana haciendo a un ala la caridad.
Creemos que el diezmo debe venir de nuestro ingreso total, para que Todopoderoso reciba su diezmo ayer de que el gobierno reciba su parte. El Señor ha provisto constantemente todas nuestras necesidades y nos ha dado mucho más de lo que pudiéramos esperar.
Vemos que esto sucede con el día de reposo, el cual es una índole pudoroso eterna enraizada en la creación, que asume diversos aspectos ceremoniales bajo la ralea mosaica.